Un estudio en Estados Unidos encontró que las personas mayores que practican danza se ven menos afectados por el deterioro de su función mental que quienes practican otras actividades. Para prevenir la demencia senil o enfermedades degenerativas como la enfermedad de Alzheimer, la danza parece realmente eficaz.
«el baile es la única actividad física estudiada que reduce significativamente el riesgo de desarrollar demencia senil. Practicado con regularidad, reduce este riesgo en un 76%, el doble de la lectura»
Octubre 2014